Mira el ocaso con sus ríos
Destellos de plata.
Escucha el rumor del silencio
Detenido en las aguas.
El atardecer de oro y sangre
La nieve en los Andes
Incendiada en tu piel
El sol en el mar
Y la luna en tu sien.
Vuela como el Condor
Rebelde, audaz indomable.
Libre sobre el viento,
Vigila los montes y valles
Y en el arroyo de ánimo suave
Relaja el arrojo
Aquieta la sed
Sustenta este viaje
Sin regreso y sin ley.
A la libertad canta el pájaro sometido
Los pájaros libres vuelan.
Corre, salta y despliega tus alas
Que nadie te detenga
A la libertad canta el pájaro sometido
Los pájaros libres vuelan.
Vale más volar bajo un cielo prohibido
Que en una jaula de oro y perlas
(y tan lejos de las estrellas)
Vienes como el río desbocado
Contra el tronco y la piedra
Y llegas, como la hoja, leve y suave
Sobre el prado y la hierba.
Tu voz, grito y eco en el abismo
Se expande en la selva
Inundada de paz
Cuando la cordillera
Se mira en el mar.