Una cama, una ventana y en la pared duerme un espejo
Donde aún encuentra espacio tu reflejo.
El recuerdo ahora es como un piano mudo sin sus teclas,
Que más suena y menos oigo aquí sus notas.
Y del golpe en el silencio esos recuerdos me devuelven tus imágenes.
Y mis manos frías, mi cabello largo y negro por mi espalda,
Mis labios algo torpes susurrándote:
Tú no me mires, pero no pares.
Piel contra la piel y una sonrisa,
¿para qué tantas palabras?
Recuerdo esa emoción mientras el rayo de aquel Sol se iba,
Y a nuestro alrededor 200 notas.
Cada vida con su suerte y su destino puntualmente nos desvela en un segundo su secreto.
Y es verdad que lo que te has quedado dentro es siempre aquello que no encanja, mas podrás tener al lado.
Así que intento suprimir todas las huellas de un recuerdo lejanísimo...
Y mis manos frías, mi cabello largo y negro por mi espalda,
Mis labios algo torpes susurrándote:
Tú no me mires, pero no pares.
Piel contra la piel y una sonrisa,
¿para qué tantas palabras?
Recuerdo esa emoción mientras el rayo de aquel Sol se iba,
Y a nuestro alrededor 200 notas,
200 notas...
Y mis manos frías, mi cabello largo y negro por mi espalda,
Mis labios algo torpes susurrándote:
Tú no me mires, pero no pares.
Piel contra la piel y una sonrisa,
¿para qué tantas palabras?
Recuerdo esa emoción mientras el rayo de aquel Sol se iba,
Y a nuestro alrededor 200 notas.
Por ahí se van la vida y su camino.
Un equilibrio entre el lamento y el tormento,
Y tú y yo remendamos un corazón que se ha roto.
Somos sangre que fluye y que vive de amores.
El pasado es pasado y no se puede hacer nada
Con lo que, tesoro, buscabas.
Los sonidos ahora flotan y a nuestro alrededor 200 notas.
Writer(s): Antonio Maiello, Laura Pausini, Lorenzo Vizzini Bisaccia
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