Crecía una flor a orilla de una fuente
Más pura que el jardín de la ilusión
Y el huracán tronchola de repente
Cayendo al agua la preciosa flor.
Un colibrí que en su enramaje estaba
Corrió a salvarla solícito y veloz
Y cada vez que con el pico la tocaba
Sumergíase en el agua con la flor.
El colibrí la persiguió constante
Sin dejar de buscarla en su aflicción
Y cayendo desmayado en la corriente
Corrió la misma suerte que la flor.
Así hay en el mundo seres
Que la vida cuesta un tesoro;
Yo soy el colibrí, si tú me quieres,
Mi pasión es el torrente y tú la flor.