No quiero tus avellanas,
Tampoco tus alhelíes,
Porque me han salido vanas
Las palabras que me diste,
Yendo por agua a la fuente.
Como eran palabras de amor,
Se las llevó la corriente
De las cristalinas aguas,
Hasta llegar a la fuente,
Donde me diste palabra
De ser mía hasta la muerte.