Aquel arbolito que sembró
Tu padre en el potrero
Es el fiel testigo de lo mucho
Que sufría por ti.
Porque él muchas veces
Me vió llorar sin un consuelo
Cuando yo te enamoraba
Y no me decías que sí.
Horas de tristeza pasé
Debajo del arbolito
Y sin la esperanza y la fé perdida
Llegué a pensar,
Que talvéz yo nunca
Podría conseguir ese cariño
Porque estabas obstinada
No me querías aceptar.
Pero una mañana que no pensé
Sus labios se abrieron
Y de su boquita surgió una voz
Diciendo que sí
Amor de mi alma, tú no sabes
Lo que yo te quiero
Doy gracias a Dios
Que ya somos novios ya soy feliz.
Yo te quiero mucho
Porque eres buena y del alma noble
Y talvéz por eso
Es que a tu amor no tengo desconfianza.
Porque tu condición es de mujer
Honrada y conforme
Donde puede un hombre pobre
Abrigar sus esperanzas.
Que Dios te bendiga
Y me ayude a mí pa' corresponderte
Y al compás del tiempo
Poder tenerte como yo quiero.
Porque cuando el hombre
Es de sentimientos sinceros
No le importa la sentencia
No se vuelve competente.
Pero una mañana que no pensé
Sus labios se abrieron
Y de su boquita surgió una voz
Diciendo que sí
Amor de mi alma, tú no sabes
Lo que yo te quiero
Doy gracias a Dios
Que ya somos novios ya soy feliz.
Writer(s): Luis Segundo Sarmiento
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